Sin importar el giro de nuestra empresa la globalización nos ha obligado a establecer cadenas de suministros no solo de materias primas o de nuestros productos principales, si no también de todos los productos que no forman parte de nuestras líneas principales pero que tienen el potencial de detener por completo toda la producción, i.e. refacciones, maquinaría periférica, consumibles, etc.
Cuando establecemos estas cadenas es importante considerar no solo el costo de los envíos y almacenajes, si no considerar el costo de oportunidad en el que podríamos caer por no tener a tiempo esas piezas. El manejo de inventarios y existencias, muy olvidado estos días por la mentalidad «Just in time» es indispensable. No podemos detener toda una producción o operación por no contar con una pieza que probablemente tenga un costo mínimo. Hay que definir que y cuanto debemos de almacenar para poder flexibilizar un poco nuestras cadenas de suministro. Después de todo, las crisis, y las emergencias siempre se pueden presentar.
Establecer aliados, un apoyo en el manejo de fletes, conocer la terminología y las distintas necesidades que puedan surgir por las reglas, normas y leyes de importación. no hay que tener miedo de buscar a un experto que nos apoye a establecer estas cadenas y mantenerlas abiertas y operativas.
Proveedores confiables, y que siempre busquen respaldarnos. Si nuestros proveedores no entregan un producto confiable y de calidad, no hay manera de entregar a nuestros clientes un producto confiable y de calidad. No hay proceso que pueda reemplazarlo. Nuestras cadenas deben de comenzar con proveedores que busquen respaldarnos y mantener una relación a largo plazo con nosotros.