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¿Cómo lavar para eliminar virus de mis blancos?

Para un correcto lavado no importa el tamaño de nuestra lavandería sino el correcto diseño del proceso de lavado. Este debe ser completo y eficiente.

El correcto proceso de lavado se divide en 4 etapas:

Clasificación: Separar las prendas por colores, tipo de tela, tipo de suciedad. Esta acción es muy importante para poder lavar como es debido. Es muy común olvidar la clasificación y dejar las prendas mezcladas. Esto daña nuestras prendas y las deja contaminadas.

Lavado: Un buen lavado, debe de estar diseñado para cada grupo de prendas, se debe tomar en cuenta la suciedad, la calidad de nuestra agua, la tela, el tipo de prenda y hasta el color. Vamos a controlar nuestro lavado considerando esto factores y debemos crear un programa de lavado que involucre producto químico, temperatura, acción mecánica y duración. 

Es importante que nuestra lavadora industrial cuente con control de microprocesador que nos permita realizar todos los ajustes necesarios, si no contamos con microprocesador o es muy limitado, tendremos que intentar ajustarnos lo más posible al proceso requerido. 

Para eliminar los virus, necesitamos un buen desengrasante, pH alcalinos, y si es posible emplear temperatura mayor o igual a 70 grados. Otra alternativa es emplear un oxidante, el más común es el Hipoclorito de Sodio diluido, que nos permita la desinfección. Hay que tener cuidado ya que el cloro libre daña los tejidos y decolora, por eso es importante la clasificación. 

No podemos olvidar también que la limpieza y desinfección se logra con el tiempo de lavado, sea cual sea el método de desinfección tenemos que considerar tiempos mayores a 5 minutos, ya sea en ambiente alcalino, oxidado (clorado) o con temperatura y al final neutralizar nuestras prendas para evitar dañarlas o tener reacciones en la piel.

Secado y Planchado: Posterior al lavado, las prendas se deben secar de acuerdo al tipo de prenda y tela, que ya viene desde la clasificación. Es importante la temperatura y la duración de nuestro secado. Si sobresecamos las prendas o las planchamos a temperaturas muy elevadas vamos a provocar daños, algunos muy evidentes como las quemaduras, pero otros son graduales, como el abrillantamiento o el debilitamiento de las fibras textiles. 

Cada tela tiene su propia temperatura de proceso (ya sea secada o planchada). Una prenda seca, es aquella que guarda suficiente humedad residual para terminar de secarse únicamente con el calor residual. El calentamiento de las prendas debe de terminar en un porcentaje de entre el 2 y el 3% de humedad residual y esto se logra con un equipo que tenga sensor de humedad. 

Como consejo, las secadoras deben de tener un final con enfriamiento y desenredado. Para que una secadora desenrede las prendas y nos las dañe esta debe contar con canasta reversible. Los mejores equipos industriales de secado son de canasta reversible. 

 En el planchado, debemos de alcanzar a sentir algo de vapor salir de las prendas con nuestras manos al momento de terminar de pasarlas con el mangle o la plancha manual. 

Ensamblado y Doblado: La parte final de nuestro proceso es igual de importante que cada etapa anterior. Doblar las prendas en la forma correcta evita arrugas y facilita el almacenaje y el traslado. Debemos de procurar almacenar las prendas de cada tipo juntas, de esta manera el vestir es mucho más sencillo.

Este mismo proceso se implementa en cualquier lavandería, sin importar lo que estemos lavando, cada etapa es importante y debemos de planear bien como se debe implementar. Lo más importantes es una buena maquinaria y una buena capacitación. Una vez que nuestro proceso esta diseñado e implementado, es una simple repetición y nos evita problemas y dolores de cabeza en nuestro negocio u hogar.

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